Comentario de una alumna del ex Rosario English School



La verdad es que siento una gran tristeza con  la noticia del fallecimiento de Geoffrey Feiling.

Al leer esto, mi mente me llevó, en un instante, a una época tan especial.

He recordado a Mr. Feiling podría decir que cientos de veces, sin exagerar, justamente porque llegó en el mejor momento para nosotros, acostumbrados a docentes tradicionales, todos cortados por la misma tijera.

Nos sacó de esa chatura y nos abrió la cabeza.

Lo veo caminando por el salón, con ese andar tan especial que tenía, dictando y dictando.

Alec se acuerda de las clases de geografía; yo, en cambio, lo escuchaba fascinada en sus clases de Historia, cuando contaba con tanta pasión las cosas que sucedían en el Senado de Roma, las últimas palabras de Julio Cesar, las campañas de Alejandro Magno, de Ciro el Grande, la Revolución Francesa al detalle; en fin, creo que cada vez que volví a leer sobre estas cosas, por placer, me decía que nunca iba a ser igual que cuando lo escuchaba explicar todo.

Coincido en que fue el mejor maestro que he tenido.

Su método también nos llevó a pensar en las hipótesis: qué hubiera pasado si...

Fue profesor y Headmaster, y me siento orgullosa de haber sido alumna de él.

Su esposa, Elsa tambien fue una excelente profesora mia.

Hace unos cuantos años, cuando empecé la carrera de Traductorado de Inglés, senté la necesidad de escribirles a los dos. Hoy más que nunca me alegro de haberlo hecho. Les agradecí lo que nos habían ofrecido, manifestándoles mi reconocimiento. Me contestaron los dos, por separado. Tengo las cartas guardadas, y me acuerdo que las llevé a una reunión que hicimos, creo que en el colegio, y las leí. El me contó cosas de su vida, que tenía una hija grande, que vivía en Australia, y que tenía nietos. Fue una carta muy linda.

En otra oportunidad, cuando me enteré de la muerte de Charlie, también les escribí, pero no me contestaron y lo entendí.

Ayer fue el día del Maestro, y me acordé de él.

Un abrazo a todos.

Susana.


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